La aerolínea LAN Argentina formalmente comunicó que cerró sus puertas en el país.
Después de su anuncio del 17 de junio del año pasado, donde se comunicó la detención de toda operación a destinos domésticos y regionales, se previó que la aerolínea anunciara tarde o temprano una presentación formal de su cese de operaciones en el país a pesar de las insistencias del gobierno para mantener la institución.
La noche del viernes pasado la aerolínea comunicó su decisión final y terminó cerrando un acuerdo de retiro voluntario con 1.500 empleados además de empezar una batalla legal con los 193 trabajadores restantes de su plantel que se negaron a aceptar la compensación.
Desde junio del año pasado, se negoció con los empleados sobre el paquete de beneficios del programa de retiro voluntario, que incluía una indemnización que seguía los lineamientos impuestos por la normativa COVID y otros elementos.
Una fuente de la compañía señalo que el proceso era inevitable, ya que no había dudas desde el principio sobre la dirección que estaba tomando la compañía gracias a la crisis económica y sanitaria que atraviesa el país además de múltiples roces con los gremios de la nación. En este escenario sumamente complejo fue imposible desarrollar un plan que sustentaría a la empresa por mucho tiempo, haciendo que la filial argentina cesara operaciones después de 15 años ininterrumpidos.
Los hangares que poseía la aerolínea en el Aeroparque Jorge Newbery además de los espacios comerciales fueron devueltos, la empresa utilizará al personal de otras filiales del grupo para gestionar los aspectos administrativos de la empresa que quedaron pendientes.
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