Una mujer que circulaba en moto se sintió mal, frenó y se descompensó en plena calle. La Policía llega al lugar y la reanima.
Una mujer que circulaba en moto se sintió mal, frenó y se descompensó en plena calle. Los vecinos dieron aviso a la Policía y los primeros efectivos que llegaron al lugar la salvaron.
Dos efectivos de la Seccional
Segunda de la Policía de La Pampa se convirtieron en héroes el sábado pasado
cuando lograron salvarle la vida, con Reanimación Cardio Pulmonar (RCP), a una
mujer que se descompensó y sufrió una muerte súbita mientras manejaba su moto.
Eran las 11.20 de una calurosa
mañana cuando la radio policial alertó al cabo primero Pablo Pedehontaá y al
cabo primero Oscar Kamlofski sobre una presencia que debían cubrir de manera
urgente: una mujer sufrió una descompensación en la esquina de las calles
Neuquén y Chacabuco, en la Zona Norte de la ciudad.
«Nos llegó un llamado del Cecom y
asistimos de inmediato. Al llegar vimos que sobre Neuquén había un auto cruzado
en el medio de la calle y un tumulto de personas», relató Pedehontaá a LA ARENA.
Mientras su compañero de patrulla se encargó de marcar el perímetro de trabajo
y alejar a las personas, él se acercó al auto donde se encontró con la mujer de
58 años acostada «y prácticamente sin signos vitales».
«Tenía signos de vida muy
mínimos, así que le pedí a mi compañero que llame a la ambulancia y mientras le
hablaba y trataba de animarla pero nada, hasta que noté que se le fueron los
pocos signos que tenía y la bajé del auto enseguida. Una vez en el piso
arranqué con las maniobras de RCP durante unos minutos hasta que la recuperé»,
recordó el policía.
Más maniobras.
Una vez que lograron reanimar a
la mujer, que no se movía ni abría sus ojos, los dos efectivos recuperaron un
poco de aliento ya que la situación les pareció controlada, al menos hasta la
llegada de la ambulancia. Pero no fue así.
«Pasaron alrededor de diez
minutos en los que tratamos de mantenerla y también pedimos refuerzos para
controlar un poco el lugar y cortar el tránsito. Pero sorpresivamente volvió a
perder los signos vitales y otra vez volví a hacerle cinco minutos de RCP hasta
que noté que volvió a respirar», aseguró el policía.
Mientras tanto, Oscar, su
compañero, trató de mantener controlada la zona y volvió a insistir con el
pedido de la ambulancia, que aún no llegaba. «Algo bueno es que las personas en
todo momento colaboraron, pero la ambulancia habrá tardado 20 minutos y no
sabemos por qué», expresó Kamlofski.
En ese mismo momento, Pedehontaá,
que según relató en ningún momento se despegó de la mujer, notó que la mujer
perdió por tercera vez sus signos de vida y murió. «Perdió el pulso y dejó de
respirar así que no dudé y de nuevo empecé con las maniobras, pero esta vez
fueron uno o dos minutos hasta que volvió y le empecé a acariciar el pecho para
que se mueva el corazón y evitar otra pérdida de actividad».
Vuelta a la vida.
«Después de la tercera vez que la
recuperamos llegó la ambulancia y la trasladó al Molas, donde nos confirmaron
que lo que sufrió fue una muerte súbita. Ahora está bien, le dieron el alta y
está en perfecto estado y muy contenta según nos contó una sobrina de ella que
nos agradeció», dijo Pedehontaá al tiempo que volvió a impresionarse «porque
recuperar tres veces a una misma persona no es normal, porque podes resucitar,
mantener viva a la persona o se te va».
Dos días después del tenso y
emotivo episodio, ambos cabos conservan la alegría. «En lo personal lo que pasó
representa una satisfacción muy grande porque le salvamos la vida a una
persona, y nosotros nos preparamos constantemente para eso», sostuvo Kamlofski.
En la misma sintonía se expresó
Pedehontaá, que en diálogo con este diario confesó que «siempre hacemos
prácticas sobre este tipo de cosas, y hasta ahora las únicas veces que había
practicado RCP fue con muñecos, pero el sábado lo hice con una persona y fue
muy impresionante ver cómo reaccionó las tres veces».
Ambos compartieron la importancia que tiene la capacitación continua para la fuerza policial, pero también para toda la sociedad, que con sólo aprender una técnica fácil como la de reanimación y masaje cardíaco puede hacer algo tan importante y destacable como lo que hicieron los dos efectivos, que el sábado se convirtieron en héroes.
Otro caso.
Llamativamente, casi cuatro horas
después se produjo una situación similar en jurisdicción de la Seccional
Primera. A las 16 el Cecom alertó sobre un hombre de 79 años que se había
descompensado. Rápidamente llegó al lugar una patrulla con el sargento Martín
Tarrito, el sargento Fabián Martínez, el oficial inspector Renzo Schulsmesiter
y el oficial ayudante Matías Palomino, quienes también practicaron maniobras de
RCP y junto al Servicio de Emergencias Médicas lograron salvarle la vida.
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